Los chefs de algunos hoteles de alto nivel, ya sea en Londres u otras ciudades del mundo, no han perdido la oportunidad de aprovechar el espiritú olímpico que reina en estos momentos, para inventar y decorar los postres de manera muy creativa.
Este té de la tarde con temática deportiva en el Hotel The Capital es casi demasiado precioso para comerlo: pelotas de basketball (hechas de pastel de zanahoria); una mancuerna (ganache de fruta de la pasión sin cáscara en un chocolate Valhorona), la llama del ganador (una llama de chocolate blanco sobre un coulis de frambuesa y una antorcha de crema de plátano), medallas de oro, plata y bronce (semilla de amapola y galletas de jengibre adornadas con chocolate Valhrona), y, por supuesto, un podio (pastel esponjado de limón). Y por el lado más tradicional, scones, sandwiches de té, y té. El costo por persona, 40 dólares.
El menú del té de la tarde en el Hotel St. Regis, en Atlanta, EEUU, incluye galletas con mermelada de arándanos, galletas de chocolate blanco, frutillas rellenas con queso mascarpone, pastel de cereza, y pastelitos rellenos, todo decorado en rojo, blanco, y azul. A estas delicias se suman bocadillos salados y una selección de tés.
Durante los juegos olímpicos, serán estas galletas en forma de medalla, en vez de los medalloncitos de menta, las que esperarán a los huéspedes, sobre las almohadas de las camas en las habitaciones del hotel Mandarín Oriental, también de la ciudad de Atlanta.
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