Arabia Saudita, al igual que Dubai, quiere que el turismo pase a ser la segunda industria luego del petróleo. Y esta vez da un argumento que es un poco más convincente de lo habitual: dice que no va a preguntar con quien duermen los viajeros que se alojen en su país. Hasta ahora, las mujeres que utilizan un hotel en Arabia – no los varones– no podían compartir una habitación con cualquier otra persona que lo desearan, sin tener que aportar pruebas de que están casadas con esa persona. De lo contrario, habían de estar con familiar varón.
Por supuesto, la idea de que en sus nuevos mega-resorts actualmente en construcción pudiera haber turismo extranjero con estas condiciones es más bien un sueño. Pero eso es cosa del pasado: Arabia anuncia que se ha acabado esta norma… para las mujeres extranjeras.
Arabia Saudita ha anunciado por activa y por pasiva que para 2030 quiere tener unos 100 millones de turistas anuales, lo que necesariamente la obliga a homologar sus normas a las que, al menos, aplican sus vecinos de la región como los Emiratos de Abu Dhabi o de Dubai.
En esta misma línea, hace una semana se anunció que los nacionales de 49 países dispondrían desde ya de un nuevo sistema de visados mucho más simple y rápido, capaz de acabar con las habituales situaciones que se creaban hasta ahora al pedir el acceso al país.
La Comisión Saudita para el Turismo y el Patrimonio informó de que ahora “todo ciudadano de Arabia Saudita tiene que presentar un documento de identificación familiar o una prueba de su relación con el compañero de habitación a la hora de acceder a un hotel. Nada de esto es necesario si el sujeto que se aloja es un ciudadano extranjero.”
Para las mujeres sauditas, sin embargo, aunque se mantiene esta exigencia, hay una pequeña mejora, desde ahora “todas las mujeres, incluso las sauditas, pueden reservar y alojarse en un hotel no acompañadas, siempre y cuando se identifiquen en recepción”, añadió la Comisión.
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