Pero el séptimo mes de este año bisiesto nos deparaba otra trágica noticia. Tan solo 4 días mas tarde, PLUNA (Primeras Líneas Uruguayas de Navegación Aérea), que al igual que Amestoy, también tenía 75 años de edad, dejaba de existir.
Impensable, increíble, e imperdonable.
PLUNA HA DEJADO DE VOLAR. Para siempre.
Como las idas y venidas y las declaraciones de políticos, empresarios y sabelotodos están en todos los medios de prensa impresos, televisivos, radiales y digitales, en Pasaporte News no vamos a repetir lo que repite todo el mundo.
Entonces, como no hay posibilidades de mirar hacia adelante o hacia el futuro de PLUNA, no nos queda mas remedio que mirar para atrás.
¿Y que vemos? Vemos que las cosas se hicieron mal. Y que, como siempre lo decimos, en un país en donde la autocrítica no existe porque nunca existió en nuestra educación ni en nuestra clase política, un espacio para la enseñanza a la misma, lo que nos queda es un montón de personas echándoles la culpa a los demás.
Todos, menos "ellos", son culpables.
No estamos de acuerdo en que hay inocentes. Aquí va nuestra lista de los responsables:
Luis Alberto Lacalle: Culpable.
El ex Presidente del Uruguay (1990-1995) Luis Alberto Lacalle autorizó en 1994 la venta de un paquete accionario de PLUNA a Varig, y fue quien promovió el llamado que permitió el pluriconsorcio de navegación aérea, el cual terminó siendo la sociedad con Varig.
PLUNA y Varig eran compañías que competían entre si.
Si la venta hubiera sido de las acciones de PLUNA a lo que en esa época era Lan Chile, o Avianca o cualquier otra aerolínea no regional, se hubiera entendido...pero asociarse, sin capacidad de mando, a la competencia!!!, no fue una idea brillante, mas bien fue una idiotez.
Cuando un edificio no se construye bien, con buenos cimientos, a la corta o la larga, se resquebrajará o en el peor de los casos se desmoronará. Algo mal hecho desde el principio, es imposible que perdure.
Matías Campiani y compañía: Culpables, pero no tanto.
Mientras día a día siguen apareciendo nuevas deudas de parte de Leadgate, además de los más de 20 millones de dólares adeudados a ANCAP, mucha gente, especialmente varios políticos culpan a Campiani del cierre de la aerolínea debido a las millonarias pérdidas.
Es cierto que Campiani y su equipo, entre ellos Jorge Lepra, gerente general entre octubre de 2010 y marzo de 2012, mintieron cuando daban los informes con cifras positivas.
Es cierto que PLUNA perdió decenas y decenas de millones de dólares bajo su gestión.
Es cierto que a pesar de todas esas perdidas, Campiani y su equipo se fueron ganando mucho dinero.
Por todas estas razones, Campiani es culpable.
Pero tienen un atenuante, el argentino y su equipo vinieron a Uruguay a hacer plata. Si era un encantador de serpientes y su acto le funcionó a la perfección, el no es culpable de adjudicarse sueldos altos, bonos altísimos, o de haber recibido premios por la compañía Bombardier (este punto es imposible de confirmar), o por quienes adquirieron a un precio de chiste, el invalorable edificio que fue durante décadas propiedad de PLUNA ubicado en la calle Florida en Buenos Aires (también imposible de confirmar).
La culpa la tienen quienes se lo permitieron.
En cuanto a la explicación que da Campiani sobre el fracaso de su gestión, en la que atribuye en buena parte a las autoridades argentinas de haber impedido a PLUNA abrir nuevas rutas en ese país, son simplemente excusas. Justamente Campiani, argentino, ¿quiere convencer a alguien de que su plan se basaba en la buena voluntad de Argentina de otorgar rutas que competirían con Aerolíneas Argentinas? Vamos Campiani!! Somos tontos, de eso no hay ninguna duda...pero no tanto!!.
Como antes y después de Varig, PLUNA sigue perdiendo millones de dólares.
Pasadores, Berti y Delgado: Culpables
Fernando Pasadores Correa, contador, era el Presidente de Pluna Ente Autónomo; Ignacio Berti Moyano, abogado, era el Vicepresidente de Pluna Ente Autónomo y Daniel Delgado Sicco, experto en gestión de sistemas de seguridad social, era el Director de Pluna Ente Autónomo.
Mientras Leadgate hacía y deshacía a su antojo la adjudicación de sueldos, bonos, pagos de asesorías, compra de aviones, apertura de nuevas rutas, y por sobre todo, la elaboración de informes con los fantásticos números que generaba la "nueva" PLUNA, los principales de PLUNA Ente Autónomo tenían, o deberían haber tenido, a su cargo la inspección y auditoria de la gestión de Leadgate., ya que el estado uruguayo era el garante del 100% de la compra de los Bombardier.
Quedó claro que la gestión de contralor fue pésima.
Que Leadgate no proveyera los informes no es excusa aceptable. Había maneras de obligar a Leadgate a hacerlo, ya fuera dejando de proveer combustible por parte de ANCAP, o cortando los permisos de vuelo, o lo que fuera. De la misma manera que a todos los ciudadanos que vivimos en Uruguay, el estado tiene la capacidad y la inteligencia para aplicar el poder cuando no pagamos la cuenta de UTE o Antel, y se nos corta de manera eficaz e inmediata la luz o el teléfono; los funcionarios arriba mencionados deberían haber recurrido a todas las herramientas posibles para haber obligado a Leadgate a entregar las verdaderas cifras de PLUNA. Pretender acceder a dichos informes solamente a través de la vía judicial, con lo que demora la justicia uruguaya, fue un gran error.
Sindicato de funcionarios de PLUNA (OFP): Culpables
Seguramente lamentarán por el resto de sus días, el haber decretado un paro total de actividades de 48 horas, que precipitó y facilitó la pésima decisión del gobierno de cerrar PLUNA en plenas vacaciones de julio.
El paro de 48 horas (48 horas!!!) se extendía desde el martes 3 de julio a las 21:20 hs. al viernes 5 de julio a las 12:00 hs..
Enrique Pintado, Fernando Lorenzo y José Mujica: Culpables
Cuando el jueves 5 de julio el gobierno uruguayo (¿Mujica?, ¿Cánepa?, ¿Lorenzo?) decreta el cese inmediato de los vuelos de PLUNA, se puede pensar que fue una reacción estúpida a una decisión estúpida (el paro de 48 horas de OFP).
O se puede escuchar la versión oficial. La explicación de las autoridades uruguayas es que el cierre fue para evitar que los aviones de Pluna fueran incautados en suelo brasilero o en otro país, debido a la sentencia de un juez federal brasilero, que falló a favor del reclamo de 2 ex funcionarios de Varig, en donde dictaminó que PLUNA deberá pagar 500,000 dólares a cada uno.
"Supuestamente", habrían 7,000 "potenciales" demandas, por parte de todos los ex funcionarios de Varig, que, al no poder reclamar a la desaparecida Varig, le reclamarían a su ex socia, PLUNA.
Es explicación es INACEPTABLE por varias razones:
1. El fallo en contra de PLUNA es por solo 1 millón de dólares. O sea, se paga ese millón de dólares y listo. Los aviones pueden volar, sin temor a ser incautados o secuestrados por la justicia brasilera.
2. ¿De donde sale la afirmación de que habría 7,000 reclamos más? Cualquier fallo que apruebe que todos los funcionarios de Varig, incluso los que nunca estuvieron vinculados a Pluna-Varig deban ser compensados por Pluna, suena como un disparate absoluto. En caso de que se hicieran los 7,000 juicios, llevaría mucho tiempo, y siempre hay tribunales en todo el mundo donde apelar.
Nosotros, el pueblo: Culpables
Otra característica de nosotros, los uruguayos, es que nos quejamos todo el tiempo, pero raramente protestamos debidamente.
¿Qué es protestar "debidamente"? Tal vez los canadienses y en algunos casos los estadounidenses, lo ejercen de una manera que deberíamos imitar. Cuando en esos países se han tomado medidas que al pueblo le parecieron erróneas, una gran cantidad de ciudadanos se lo han hecho saber a sus gobernantes (en el poder ejecutivo y legislativo) de manera abrumadora, ya sea por el envío masivo de cartas, llamadas telefónicas o emails.
O en algún caso específico en Canadá, cuando subieron el combustible, años atrás, de manera excesiva, casi todos los canadienses dejaron de cargar combustible por algunos días, hasta que el gobierno dejó la suba sin efecto.
En Uruguay, todos los ciudadanos que criticamos la venta de PLUNA a Varig, o la venta de PLUNA a Leadgate, o los que dudábamos de la veracidad de las cifras presentadas en los informes de Campiani, todos, cuando mucho nos quejamos, pero ¿Cuántos de nosotros nos comunicamos con los parlamentarios exigiendo que el gobierno tomara determinadas medidas? O una vez tomadas determinadas decisiones por el gobierno, ¿Cuántos ciudadanos nos tomamos el tiempo para manifestar nuestra desaprobación al Presidente y su gabinete, exigiendo la corrección de las mismas?
Muy pocos. El que calla otorga, y eso valida el grado de culpabilidad que merecemos todos.
PLUNA murió. Y está prohibido echarle la culpa a los demás. Todos somos culpables.
Dario Queirolo / Pasaporte News
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