Muere un segundo denunciante de Boeing, también extrabajador de la aerolínea
Lo que está ocurriendo con Boeing da para crear una película sobre conspiración, muertes extrañas y ejecutivos de la peor calaña, que nunca irán la cárcel a pesar de que las políticas aplicadas desde hace años por el Directorio del famoso fabricante de aviones comerciales, dando prioridad a la rapidez de fabricación por sobre las demoras que implica fabricar cumpliendo todas las normas de seguridad, ha generado muchos clientes (aerolíneas) desconformes, y muchos pasajeros que evitan viajar en aviones Boeing.
Joshua Dean, que había trabajado en Spirit AeroSystems como auditor, y que últimamente había sido conocido por contar secretos de la producción de Boeing (Spirit había sido de Boeing y hoy fabrica básicamente para esta empresa) murió de una infección el martes 30 de abril.
Dean es el segundo denunciante de las malas prácticas de Boeing que muere en este año. Antes, John Barnett murió en su motorhome, en un estacionamiento, aparentemente se suicidó.
En ambos casos, estos extrabajadores denunciaron el peligro que tenía la producción de los aviones del gigante americano, por reiterados incumplimientos de las normativas.
En el caso de Dean, había presentado una denuncia por escrito ante la Federal Aviation Administration (la Aviación Civil de Estados Unidos) en la que decía que Spirit había incumplido normas de calidad en la producción del modelo 737 que se produce en Wichita. Spirit sólo hace los fuselajes que después se trasladan a Boeing. Dean fue despedido en abril del año pasado.
¿Lograrán estas dudosas muertes disuadir a futuros denunciantes? No se sabe, pero lo que si se sabe es que las aerolíneas que han gastado millones de dólares en comprar aviones Boeing se han manifestado "furiosos" por los fallos que se vienen constatando en la construcción de sus aeronaves y esperan que sus duros comentarios obliguen a la empresa a mejorar el control de calidad y la ingeniería.
Darío Queirolo / Pasaporte News
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