Lo que no vas a ver en otra parte del mundo
En el pueblo hay 23 fincas -monumentos protegidos- incluyendo los establos, pajares, caballerizas, graneros, puertas y vallas. En total se trata de 120 edificios que forman un conjunto integral. Las fincas se extienden a lo largo de la plaza del pueblo rectangular con las dimensiones de 210 x 70 metros. Delante de la mayoría de las casas hay un pequeño jardín con un surtidor con la base de madera. La plaza, gracias a esta organización, adquiere un ambiente especial.
Todos los años se celebran en Holašovice el penúltimo fin de semana de julio las "Fiestas Rurales" que ofrecen muestras de más de 230 oficios, tanto mucho como poco conocidos, de Bohemia, Moravia y Eslovaquia.
En casa número 6 está el museo llamado Selský dvůr – muzeum selského života (es decir, el museo etnográfico de la vida rural). Hay aquí más de 250 objetos que recuerdan la manera de la administración campestre hasta mediados del siglo XX.
El mirador Kleť es un lugar maravilloso
Podrás disfrutar de unas vistas aún más interesantes desde el cercano Kleť que es, gracias a su altitud sobre el nivel del mar de 1084 metros, la montaña más alta del bosque llamado Blanenský les. El mirador de piedra es el más antiguo de Chequia, mide 20 metros y cuenta con 110 escalones. Si hace buen tiempo, se pueden ver hasta los Alpes.
Un siglo más tarde, en el año 1925, creció en las proximidades del mirador una casa de montaña con una pensión y un restaurante. Llegan aquí distintas rutas turísticas, los ciclistas avanzados pueden subir hasta la cumbre de la montaña y los que ya no tienen tantas fuerzas físicas, qué usen mejor el teleférico. Éste lleva funcionando desde el 1961 y mide 1752 metros. También merece la pena visitar el observatorio astronómico cercano o la emisora de televisión con sus 180 metros, que es otro punto dominante de Kleť.
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