Sin embargo, para el secretario de la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo de Buenos Aires, Mario Ijelman, la menor llegada de turistas de Brasil se explica por la desaceleración económica de ese país y por la devaluación del real. Ijelman añadió que la baja en el arribo de turistas europeos, principalmente españoles, responde a la crisis económica.
Lo cierto es que la menor entrada de turistas que registra la Argentina -y que fuentes del sector turístico también vinculan con el cepo cambiario, pues en su opinión "a la gente que viene de vacaciones no le gusta operar en el mercado paralelo"- no es un fenómeno generalizado en la región. En las principales economías latinoamericanas, México y Brasil, la cantidad de turistas que arribaron por vía aérea en los primeros meses del año (hasta mayo, en el caso de México, y hasta junio, en el de Brasil) creció 5 y 6%, respectivamente, frente a igual período de 2011. En ambos países, además, se registra un crecimiento en la cantidad de dinero generado por los turistas extranjeros. En otras economías importantes de la región, como Colombia y Chile, también ha aumentado el número de turistas extranjeros.
La contracara del menor ingreso de extranjeros a la Argentina es el crecimiento del turismo emisivo. En los primeros cinco meses de 2012, frente a igual período de 2011, el número de argentinos que salieron del país creció 17% y su gasto en el exterior aumentó 24% (llegó a US$ 1429 millones). Según la OTTI, el número de argentinos que llegaron a Estados Unidos en viajes de placer en los primeros meses del año creció 26%. No ocurrió lo mismo con quienes viajaron por negocios, que fueron 4% menos que en 2011.
Un informe de Ecolatina señala que la contracción del turismo receptivo y el crecimiento del emisivo responde a la pérdida de competitividad de la Argentina. "El retraso cambiario abarata relativamente los destinos externos contra los domésticos, provocando un incremento en el flujo de viajes al exterior."
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