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Mag. Nicolás Raffo Menoni - Montevideo - Diciembre 2023 /// Mucho se habla y se quiere hacer futurología para adivinar las tendencias que se vienen de acá en más para el Turismo, y más allá de que siempre se habla de qué cosas podrían ponerse de moda o qué cosas podrían llegar a suceder y a demandarse, lo cierto es que no hay una receta única o ganadora.
Y cuando se habla de tendencias, mi pronóstico sería un rotundo:
“DEPENDE”.
¿Depende de qué?
Depende de un montón de factores que menciono a continuación.
¿Quién puede dudar de los impactos de la tecnología y de las TICs en las tendencias que se vienen hacia adelante?
La tecnología está acá y llegó no solo para quedarse, sino que llegó para reformular todo en forma cada vez más rápida y exponencial.
La realidad es que nadie sabe bien todavía hasta dónde se podrá llegar. Pueden haber algunos indicios, pero estamos en una época donde cada día que pasa se generan más datos que en el día anterior.
Las aplicaciones y tecnologías que triunfan, cada vez en forma más rápida y exponencial se adoptan y popularizan en su uso. Pero también es cierto que una cantidad igual o mayor pasan diariamente al olvido y sin pena, ni gloria.
Este hecho abre un montón de interrogantes, porque la obsolescencia dejará de ser programada para pasar a ser de facto cada vez más, para aquellos productos, servicios e incluso tecnologías que no adopten principios de escalabilidad y adaptabilidad.
Un hecho que no puede omitirse, es que aparecerán nuevas formas de segregación, en base a las brechas digitales que ya conocemos hoy. Pensar en las personas mayores, que si bien se benefician de la implementación de las TICs, les cuesta mucho todavía poder manejarlas y dominarlas según sus gustos y necesidades.
¿Quién puede omitir que los gustos de las personas varían en base a los diferentes segmentos que se quieran abordar?
Podemos sí hacer mapeos, perfiles y estudiar los gustos de tales y cuales grupos, pero no se puede generalizar, porque las personas somos todas diferentes, incluso las que se quieran meter dentro de los mismos segmentos de estudio.
Nunca ha sido tan fácil segmentar, pero a su vez y en algo que parece una contradicción, nunca ha sido tan difícil poder acceder a esos segmentos de manera que nos presten atención solo a nosotros.
Un gran tema para quienes están dentro de la comunicación y el marketing, porque cada vez tenemos más herramientas para poder implementarlo, pero también cada vez más, estamos las personas expuestas a más estímulos que compiten por nuestra atención, que es finita y limitada.
¿Quién puede omitir el impacto y el desarrollo que está cobrando la sostenibilidad?
La sostenibilidad ya ha dejado de ser un discurso bonito o un intento de “green washing” para convertirse en una verdadera e impostergable necesidad.
Las tres dimensiones son esenciales, pero hasta el momento se le ha venido dando mayor preponderancia a la dimensión económica sobre las dimensiones sociales y ambientales.
Esta situación debe cambiar ya.
Debemos pasar a un mayor impacto en la dimensión ambiental, para luchar contra los cambios drásticos que se vienen dando en lo que respecta al cambio climático.
Debemos pasar a un mayor impacto en la dimensión social, donde la inclusión, la igualdad de género y mayor accesibilidad y oportunidades para quienes menos tienen deben ser el eje de las acciones que se quieran implementar.
¿Quién puede dudar entonces de que la capacitación y la educación no serán moda y serán más que nunca una necesidad?
Ante el panorama planteado precedentemente, no deberían quedar dudas de que se necesitarán personas, técnicos y profesionales con capacidades y habilidades diferentes a las que se han venido enseñando hasta el momento.
Definitivamente habrá un adiós a las capacitaciones y educaciones de carácter enciclopedistas, que deberán dar lugar a formatos educativos mucho más flexibles, en base a otros conocimientos y habilidades y tendremos aquí un nuevo cuello de botella.
Quienes más sepan, serán quienes tengan mejores opciones a la hora de elegir, pero para saber más debo recurrir también a formatos educativos que sienten las bases de todo lo pasado, que justamente no serán los formatos que se deberán adoptar, por lo cual el desafío de las instituciones educativas pasará por poder adaptar los contenidos de siempre, a los formatos actuales y con las necesidades y requerimientos de conocimientos para un mañana aún desconocido.
Es un hecho que estamos formando personas para un futuro y profesiones que aún no existen, lo cual genera un desafío enorme a la hora de seleccionar y adaptar los contenidos que se quieren brindar.
¿Quién puede dudar entonces de que cada vez más se requerirá de equipos multidisciplinarios?
Esta realidad y necesidad será para poder complementar los diferentes tipos de saberes necesarios, pero también para poder sacarle mejor jugo a la potencialidad que nos ofrezcan productos y servicios basados en la Inteligencia Artificial.
Siempre pongo el ejemplo de un ingeniero que sabe mucho de programación, pero el que sabe sobre Turismo es el profesional de ese sector o el empresario que brinda soluciones y servicios. Es más probable que entre ambos puedan crear una mejor solución, que si cada uno la intenta en forma individual. Y así podríamos seguir poniendo ejemplos.
¿Quién duda hoy de la potencialidad del Big Data y de la Inteligencia Artificial (IA)?
Son claros los beneficios de su utilización, pero también es clara la necesidad de un dominio de esas herramientas que no está garantizado al día de hoy. La inteligencia artificial y el big Data son herramientas excelentes para poder gestionar mejor, pero justamente ese detalle no debe perderse de vista. No son la solución de per se a todos los problemas y situaciones que tenemos al día de hoy, por lo cual no podemos generar una dependencia extrema sobre ellas. El Turismo aún continúa siendo una actividad de personas que ofrecen servicios y productos para otras personas, y esa realidad todavía no ha sido pasible de sustituir por una máquina.
Consecuencias de todo lo anterior:
Inicio con la frase anterior, el Turismo no dejará de ser un servicio donde hay personas que sirven a otras, lo que si cambiará es las asistencias de las que puedan valerse tanto los que demanden como los que oferten servicios y productos.
Todas las personas queremos vivir experiencias agradables, únicas y diferentes para poder atesorar con nosotros, pero también para poder mostrar a los demás.
El Turismo actual es una actividad que la gran mayoría de quienes la practican la exhiben a los demás, debido a la proliferación de redes sociales, cámaras inteligentes y por la cantidad de elementos que hay para registrar los movimientos que hacemos las personas, aunque muchas veces no seamos conscientes del todo de esa particularidad.
Hoy se registra todo y toda acción o actividad deja una huella que se puede traducir en un dato, en tiempo real, que si se captura, transforma y procesa bien, se puede transformar en información, que se puede llevar a conocimientos para poder llevar a cabo una mejor gestión de las experiencias que se den en cualquier lugar.
Ante este panorama y en base a lo expuesto no avizoro una sola tendencia que podría ser válida hacia el mañana. En lo personal prefiero hablar de posibles escenarios que se podrían concretar y/o suceder.
En artículos anteriores he planteado que todo lo que hacemos y proponemos están siendo en base a las lógicas de pensamientos y conocimientos que disponemos al día de hoy, pero con el avance cada vez más exponencial y cada vez más rápido de los conocimientos y herramientas de las que se disponen, no concibo como válido poder hacer proyecciones a largo plazo sobre lo que vendrá.
Ante esto, planteo los siguientes escenarios:
1) En el corto y muy mediano plazo: las tendencias pasan por apuntalar más de lo que estamos viendo hoy; inteligencia artificial, Big Data e intentos por personalizar cada vez más las experiencias ofrecidas. Todo lo anterior con un gran apoyo en la comunicación, el manejo de redes sociales y cada vez más datos disponibles en la nube. Mejoras en la comercialización directa, modelización de experiencias, apoyos en las tecnologías inmersivas, más desarrollo en el denominado Internet de las Cosas (IoT), más impulso a las acciones que apunten al desarrollo de la economía colaborativa y un necesario desarrollo de la legislación que se utilice para garantizar, salvaguardar y fiscalizar el cumplimiento de los derechos de todos.
2) En el mediano plazo: posibilidades que surgirán de los nuevos avances que se generen y de la mayor disponibilidad y velocidad para poder generar y utilizar los conocimientos disponibles en base a la utilización de la Inteligencia Artificial.
En la medida que las generaciones de personas que tendremos irán siendo ya nativas digitales, se producirá un relevo generacional natural donde las personas que estén serán cada vez más proclives y dependientes en usar las TICs disponibles para todo lo que hagan. En este punto tendrá una fuerte incidencia las brechas digitales que ya se han generado hoy, pero que sin dudas tenderán a profundizarse más entre los que acceden y tienen y los que no, respecto a las TICs disponibles.
3) Y en el largo plazo: un escenario representado por un gran signo de interrogación.
¿?
Creo firmemente que no estamos en condiciones hoy de predecir lo que vendrá y pasará en un mañana más o menos cercano. Podemos aventurar suposiciones en base a las estructuras racionales que manejamos hoy.
Si se lograra que las personas o más factiblemente las máquinas puedan establecer nuevos patrones y formas de generar y procesar conocimientos que no manejamos hoy. Entonces es claro que se abre un nuevo mundo de oportunidades y posibilidades que no podemos manejar al día de hoy.
El cierre:
Sin querer caer en una contradicción con lo anteriormente expuesto, si creo o me gustaría creer, que al menos en el Turismo, la actividad seguirá siendo para las personas que viajan a otros lugares diferentes a los de su residencia habitual para conocer e intercambiar experiencias que les enriquecen en su desarrollo personal.
También quiero creer que tendremos un mundo donde cada vez más, sean menos los que queden afuera, por el motivo o problema que sea.
Si quiero creer que cada vez más personas sean las que puedan acceder por sí mismas a disfrutar de los beneficios de la actividad turística, tan promulgada como derecho hoy, pero tan lejos todavía de serlo Si quiero creer que los adelantos que puedan aparecer serán para brindar y facilitar las experiencias de quienes viajan y quienes reciben a los que viajan.
Si quiero creer que los avances nos ayudarán a preservar nuestro único planeta Tierra, pudiendo revertir la contaminación y la incidencia del ya mencionado cambio climático y en pos de la tan necesaria sostenibilidad.
En esa sostenibilidad, quiero creer que la dimensión económica, a partir del derrame de las ganancias generadas, será cada vez más igualitario y que generará verdaderas oportunidades de desarrollo para más regiones, países y personas.
Sí quiero creer que la utilización de las TICs nos ayudará a gestionar y resolver los problemas sociales, ambientales y económicos que no estamos siendo capaces de resolver hoy.
Todos estos puntos precedentes están todavía por verse. Son una opinión y visión personal sobre la realidad actual y probablemente, en unos años o incluso tal vez en mucho menos tiempo podré mirar hacia atrás y ver que tan equivocado o acertado estaba en el cierre del año 2023.
Lo único que espero es poder estar para poder seguir siendo parte de una actividad tan hermosa y complicada como es el Turismo, que ofrece dificultades y amenazas, pero también muchas oportunidades y desafíos de los lindos para poder estar y ser parte.
Mag. Nicolás Raffo Menoni
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